El hombre siempre ha estado fascinado con las sociedades secretas y sus ritos clandestinos, su conocimiento encubierto y su círculo exclusivo de miembros. Las sociedades secretas han existido casi tanto tiempo como la sociedad misma. El carácter de las sociedades secretas varía desde hermandades inofensivas hasta poderosas asociaciones con objetivos financieros y políticos que no sean altruistas. Particularmente en tiempos de crisis, las sociedades secretas proporcionan valores sustitutos para los sistemas de orden políticos, sociales y tecnológicos prevalecientes. La exposición “Sociedades secretas. Saber, atreverse, querer, guardar silencio” aborda el tema general de las sociedades secretas a través del prisma del arte contemporáneo en el contexto actual de superexposición mediática, desde WikiLeaks hasta las agencias de calificación crediticia (CRA), solo por citar dos ejemplos actuales. Los artistas siempre han estado fascinados por lo desconocido y lo oculto. Pero a diferencia de los periodistas, que se centran principalmente en investigar las noticias de actualidad, los artistas sortean los mecanismos del secreto y están mejor equipados para cuestionar los límites mismos de la ideología de la transparencia en nuestra era de superexposición.